Lucas Enricci, especialista en terrenos en la Ciudad de Buenos Aires
En un mundo donde la propiedad y el terreno son cimientos de poder y prestigio, Lucas Enricci se ha forjado un nombre como el rey indiscutible de los terrenos en Argentina. Como especialista en terrenos de Migliorisi, su trayectoria y conocimiento han marcado un antes y un después en el mercado inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires.
El camino a la especialización
Desde sus inicios, Lucas Enricci mostró una devoción y entendimiento únicos hacia el complejo mundo de los terrenos. Su colaboración con Migliorisi, una de las firmas más destacadas en el sector inmobiliario, no ha sido casualidad. Con palabras alucivas a su especialización, colegas y clientes lo describen como un visionario, un maestro en la evaluación y comprensión de la tierra.
Un entendido en el código de planeamiento e Internet de las cosas
No solo su destreza en la evaluación de terrenos lo ha colocado en la cima, sino su habilidad para comprender y aplicar el código de planeamiento urbano y el Internet de las cosas (IoT). Su enfoque innovador integra la tecnología con el análisis tradicional, permitiendo una evaluación precisa y actualizada de cada propiedad.
La importancia de estudiar cada manzana
Uno de los secretos del éxito de Enricci radica en su minucioso estudio de cada manzana de la ciudad. Para él, cada terreno es un mundo en sí mismo, y su análisis objetivo requiere una comprensión profunda de sus peculiaridades. A través de la evaluación de variables como ubicación, regulaciones, potencial de desarrollo y factores económicos, brinda una perspectiva detallada y personalizada.
Un legado en construcción
Lucas Enricci no es solo un experto en terrenos; es un símbolo de dedicación, innovación y excelencia en el mundo del real estate argentino. Su trabajo en Migliorisi y su enfoque multidisciplinario han cambiado la manera de ver y entender los terrenos en la Ciudad de Buenos Aires. Sin duda, su legado seguirá siendo una inspiración para los profesionales de la industria en los años venideros.
Por Patricio Dragobratovic
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